Cuidado de Adultos

Mayores en Rosario

Cuidado de Adultos Mayores Rosario

Estamos A tu Lado. No importa lo que pase

Cuidados en Domicilios, Sanatorios e Instituciones.

¿Buscás un Servicio de Cuidados?

¿Por qué contar con un servicio de cuidados?

Cuando un ser querido se enferma es muy probable que pensemos en cuidarlos nosotros mismos, pero con el tiempo esto se vuelve insostenible. El desgaste de cuidar a alguien que necesita mucha atención es muy alto y no siempre vamos a ser capaces de sostenerlo.

Un servicio de cuidados profesional te brinda tranquilidad durante las horas en las que no estás en tu casa. Nuestro personal pasa por una selección rigurosa para asegurarnos de que recibas el trato más cálido y humano.

🧡Atención las 24HS

🧡Garantizamos el servicio, aún en feriados

🧡Contamos con Seguro de Internación

Cuidados de Adultos Mayores

Necesito Cuidados en Sanatorio

Te cuidamos en la Internación

  • Turno Mañana
  • Turno Tarde
  • Turno Noche.

Este servicio puede ser GRATUITO si sos socio. Preguntanos al WhatsApp y te contamos todo.

Necesito Cuidados en Casa

Servicio por hora

  • Alimentación
  • Cambio de Pañales
  • Baños en Cama
  • Salidas al Médico
  • Paseos
  • Estímulos Mentales

Necesito Enfermera a Domicilio

  • Toma de Presión
  • Toma de Glucosa
  • Inyectables
  • Curaciones
  • Sondas
  • Enemas
  • Toma de Muestras

Cuidado de Adultos Mayores

Cuidado de Adultos Mayores

¿Cuáles son los cuidados que hay que tener con ellos?

 

Lo fundamental con el Cuidado de Adultos Mayores es comprender si existe una patología o nos enfrentamos a las consecuencias lógicas del paso de la edad.

En el primer caso debemos tener en cuenta las particularidades de cada patología, en el segundo podemos dar algunos consejos generales.

5 consejos generales para el Cuidado de Adultos Mayores

1.- Alimentarse Bien

Esta es la época de la vida para darnos todos los gustos que se podamos, pero asegurémonos de comer todos los nutrientes.

2.- Cuidarse de los Golpes

Es normal golpearnos pero hay que tener Cuidado de Adultos Mayores porque tenemos menos control motor de nuestro cuerpo, nos distraemos más fácilmente y no vemos tan bien como antes. Ordená bien todo y poné cintas refractarias en los bordes de mesadas, estantes y alacenas.

3.- Cuidarse de las Caídas

Cuando los Adultos Mayores empezamos a perder estabilidad debemos tener mucho cuidado de no caernos. Si nos caemos podríamos tener lesiones graves como golpes severos o fracturas de cadera. Ayudate con Bastones o Andadores y usá Alcanzadores de Objetos.

4.- Ejercicio Físico

Hacer ejercicio es fundamental para no deteriorarnos como Adultos Mayores y generar caídas y lesiones. No es necesario hacer lo mismo que cuando éramos jóvenes, pero tenemos que estar en movimiento.

5.- Ejercicio Mental

Cuidar la mente es importante para nosotros. Los Adultos Mayores odemos hacer crucigramas, resolver problemas, jugar juegos de mesa o cualquier cosa que nos obligue a pensar.

¡¡¡Tocá acá y charlamos por WhatsApp!!!

whatsapp

Llamanos al 341 610-4920

El efecto del envejecimiento en los sistemas de cuidado familiar

2.2. El efecto del envejecimiento en los sistemas de cuidado familiar El envejecimiento de nuestras sociedades es un fenómeno social que resume los avances que los países de la región han logrado en materia de atención en salud y niveles de instrucción, principalmente. Según CEPAL/CELADE (2003)20 una causa importante del incremento futuro en la proporción de personas mayores en la población se atribuye a los cambios en la mortalidad experimentados durante el período de 1930 a 1990 producto de la disminución en la mortalidad asociada a enfermedades infecciosas en los 10 primeros años de vida. Cuidado de Adultos Mayores De acuerdo a Palloni, DeVos

y Peláez (2002)21 las cohortes de personas mayores que alcanzaron 60 años después del año 2000 son quienes experimentaron los beneficios de la tecnología médica introducida durante el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. Sus ganancias “de supervivencia” obedecen más a la reducción exitosa de la exposición a enfermedades infecciosas, los mejores tratamientos y las recuperaciones más rápidas que a las mejoras en los niveles de vida. Esta consideración conduce a la siguiente conjetura: debido al estado de salud y las limitaciones funcionales existentes entre las personas mayores en Cuidado de Adultos Mayores América Latina —en particular entre, las cohortes que alcanzarán la

edad de 60 años en el período 2000-2020— éstos probablemente presentarán peores niveles de salud que aquellos observados entre las personas mayores de países desarrollados (CEPAL/CELADE, 2003). Es decir, las causas que han influido en el envejecimiento poblacional en la región y las oportunidades que ofrecen las sociedades durante todo el ciclo de vida a la actual y futuras generaciones de personas mayores (acceso a la alimentación, a condiciones laborales, a la salud, a la educación, entre otros) influyen positiva o negativamente en la probabilidad Cuidado de Adultos Mayores de pérdida de la autonomía funcional y como corolario en la demanda por cuidados. Lo

anterior resulta preocupante, considerando que en la región han confluido dos fenómenos importantes que influirán en la capacidad de la sociedad para entregar cuidado a las personas mayores: i) el envejecimiento secundario (aumento de personas de más de ochenta años) tendrá un incremento rápido y superior en los próximos cincuenta años, aunado a un aumento de los hogares unipersonales y consecuentemente el crecimiento del número de personas que precisan de ayuda para realizar las actividades de la vida diaria; ii) Cuidado de Adultos Mayores la disminución de la fecundidad y la mayor participación femenina en el mercado laboral origina que el número potencial de

cuidadores de personas mayores vaya descendiendo y que quienes estaban a cargo de la entrega de cuidado en épocas anteriores se vean restringidas para dedicar el tiempo y energía necesaria a esta función o se bien se vean sobrecargadas por asumir funciones de producción fuera de hogar conjuntamente con las funciones de reproducción doméstica22 (Huenchuan, 2005)23 En este contexto, la demanda de cuidados y servicios a las personas de edad avanzada va aumentar con rapidez Cuidado de Adultos Mayores y de manera sostenida tanto en cantidad como en calidad, siendo el reto actual conseguir que el ritmo de la oferta no se quede atrás

(Pérez,2000)24. Con esto no estamos afirmando que el aumento de la edad de la población sea un problema, sino simplemente advirtiendo a que debemos ser realistas al momento de evaluar las posibilidades futuras. Sabemos que las necesidades de cuidado en las edades más avanzadas no es un asunto nuevo. En todas las sociedades ha habido siempre personas mayores que han requerido de ayuda de otros para realizar las actividades cotidianas. Cuidado de Adultos Mayores Sin embargo a mediados del siglo XX el modo como se ha dado respuesta a las necesidades de cuidados ha experimentado cambios notables en los países desarrollados. Hasta bien entrado

el siglo XX, en todos los países desarrollados, los familiares de las personas mayores dependientes eran las principales responsables que recibieran cuidados (Casado y López, 2001) 25.. En América Latina, la situación no es muy diferente. De acuerdo al estudio de Paulo Saad (2003) realizado sobre la base de la Encuesta SABE, en las siete ciudades “al considerar el universo de personas mayores que declaran Cuidado de Adultos Mayores tener dificultad en alguna actividad de la vida diaria, la proporción que recibe ayuda aumenta tanto con el número de hijos vivos como también, y principalmente, con el tamaño del hogar”26. Lo que nos lleva

a pensar que quiénes prestan ayuda son los miembros de la familia. 2.3. El papel de los cuidadores familiares La principal diferencia entre la situación de los países desarrollados y los nuestros es que en los primeros, la consideración de la necesidad de cuidados como un riesgo social empezó a cambiar a 22 Véase Leticia Robles (2003) Una vida cuidando Cuidado de Adultos Mayores a los demás. Una carrera de vida en ancianas cuidadoras. Ponencia presentada el 51 Congreso Internacional de Americanistas, Santiago de Chile 14 al 18 de julio de 2003. 23 HUENCHUAN Sandra (2005) Tendencias del Crecimiento de la Población Adulta Mayor

en America Latina y sus efectos en los sistemas de cuidado, Memorias del Encuentro Nacional de Instituciones de Bienestar Familiar, CONAPAM, Costa Rica (en prensa) 24 Perez Julio (2000) Envejecimiento poblacional y dependencia. Una perspectiva desde la necesidad de cuidados.II Jornada Gerontológico. Recursos asistenciales “Calidad de vida y calidad de servicio en la atención a Cuidado de Adultos Mayores personas mayores” Pamplona, 25 de octubre de 2000. 25 Casado David y López Guillem (2001) Vejez, dependencia y cuidados de larga duración. Situación actual y perspectivas de futuro, Colección Estudios Sociales No. 6, Fundación La Caixa, Barcelona, España. 26 Saad Paulo (2003) Transferencias informales de

apoyo de los adultos mayores en América Latina y el Caribe. Estudio comparativo de encuestas. Revista Notas de Población No. 77, CELADE-División de Población de la CEPAL, Santiago de Chile. principios del siglo XX con el advenimiento de los primeros programas de bienestar social que acabaría configurando con el paso Cuidado de Adultos Mayores de los años el Estado de Bienestar (Casado y López, 2001). En cambio en América Latina este proceso ha tenido una evolución diferente y a inicios del siglo XXI aun está en discusión si los cuidados deben ser entregados por la familia o por el Estado27 En la región, las

investigaciones sobre cuidadores de personas de edad avanzada se han centrado en las características sociodemográficas del cuidador/a de personas dependientes (dementes, Alzheimer, etc). En general se aprecia una alta participación femenina en el cuidado de las personas mayores, en especial hijas, muchas de las cuales Cuidado de Adultos Mayores no reciben ningún tipo de retribución económica por el cuidado de la persona a su cargo. En un estudio realizado a ciudadores/as de personas mayores que sufren de Alzheimer en localidades rurales y urbanas de Chile (Vidal et al: 199828), se encontró que los cuidadores/as en un 82.9% eran familiares, de estos un 64.3% eran

hijos/as, 15.7% esposos/as y 2.9% hermanos; solo un 17.1% corresponde a otros cuidadores como ser personas remuneradas, amigos o vecinos. El 84.3% de los cuidadores son de sexo femenino y el promedio de tiempo de cuidado es de 7 años. Cuidado de Adultos Mayores Al consultársele al ciudador/a qué significa el paciente para el/ella, el 58.6% consideraba que era “una ser que necesita ayuda”; mientras que el 21.4% respondió que era “un enfermo y carga para ellos”. Las diferencias de opinión entre cuidadores del área rural y urbana también se hicieron evidentes: el cuidador rural destaca el significado afectivo que lo une al paciente

y reconocen en la familia como un agente dador de cuidado; los cuidadores urbanos sienten mayoritariamente al paciente como una obligación y que el cuidado limita su satisfacción de necesidades personales. En general la investigación Cuidado de Adultos Mayores detectó que el cuidado de una persona mayor con una enfermedad mental significa una alta carga emocional y que la mayoría de los cuidadores presentan una carencia absoluta de preparación como cuidador/a. La situación de los cuidadores/as de personas con enfermedades mentales nos remite a la propuesta de Sánchez (199629) en su trabajo titulado “Sistemas de apoyo y familiares de pacientes de Alzheimer”, en el

que se plantea que el apoyo social en estos casos puede ser entregado a la 27 Véase CEPAL/CELADE (2003) Redes de apoyo social de las personas mayores en América Latina Cuidado de Adultos Mayores y el Caribe, Serie Seminarios y Conferencias No. 30, Santiago de Chile. 28 Vidal Daisy, et al (1988) El significado del paciente con demencia para el cuidador en una comunidad urbana y rural. En: Revista de Servicio Social, Vol. 1, No. 2 (Diciembre 1998-Junio 1999), Concepción, Chile. 29 SÁNCHEZ Carmen. (1996) Sistema de apoyo y familiares de pacientes de Alzheimer, Conferencia Oficina del Gobernador para Asuntos de la Vejez, San

Juan de Puerto Rico. persona mayor indirectamente a través de grupos de apoyo que ayudan a los familiares a lidiar con la situación. En este Cuidado de Adultos Mayores contexto, los cuidados domiciliarios cobran gran importancia. Esto es, la gama de servicios brindados a una persona en su propio hogar, para que puedan continuar viviendo lo más activa e independiente posible. Los servicios de atención en el hogar se dividen a grandes rasgos en dos categorías: atención social y atención de salud (véase cuadro 3). La atención social consiste en el apoyo emocional y práctico. La atención en salud suele ser proporcionada por personas

capacitadas, bajo la supervisión de profesionales de la salud y consiste en actividades muy especializadas (HAI, 2002)30. Entre las ventajas Cuidado de Adultos Mayores de los programas de atención domiciliaria se encuentra que permiten a las personas seguir viviendo con dignidad, aliviar la carga emocional y económica de los cuidadores familiares y a reducir los conflictos familiares, entre otros. CUADRO3: TIPOLOGÍA DE PROGRAMAS DE ATENCION DOMICILIARIA PARA PERSONAS MAYORES Tipo de servicio Descripción Servicios de asistencia en el hogar basados en voluntarios/as: generalmente forman parte de un programa de atención en el hogar con recursos financieros y profesionales limitados. Los voluntarios y voluntarias desempeñan

un rol crucial en el mantenimiento de la calidad de vida de las personas mayores, Cuidado de Adultos Mayores al brindarles atención social y amistad. Servicios de asistencia en el hogar remunerados: incluyen el cuidado personal, quehaceres domésticos, lavado de ropa, administración del hogar, compras, preparación o reparto a domicilio de alimentos y acompañamiento. Servicios de enfermería en el hogar: mediante los cuales se proporciona atención de enfermería a corto plazo, a menudo con un propósito determinado, como el tratamiento de escaras Servicios médicos basados en el hogar: prestan atención médica para las personas mayores muy frágiles y de bajos ingresos. Sin embargo se

trata de un servicio caro y la oferta de médicos Cuidado de Adultos Mayores para su atención en el hogar suele ser reducida. Servicios de manejo de casos. Incluye un diagnostico de las necesidades de la persona mayor y se coordina una red de servicios tanto formales como informales para ofrecerle un paquete básico de atención y apoyo Fuente: HelpAge Internacional (2002) la creciente necesidad de atención en el hogar. Revista Horizontes No. 58, HAI. Sin embargo, en cualquiera de las posibles modalidades de atención a las que pueden acceder las personas mayores, lo importante es recalcar que la institucionalización es la alternativa última

y la menos deseada. Así Cuidado de Adultos Mayores lo demuestra la experiencia de Alemania en que las personas mayores reciben directamente las transferencias en dinero para elegir libremente la fuente de cuidado a la 30 HelpAge Internacional (2002) la creciente necesidad de atención en el hogar. Revista Horizontes No. 58, Bolivia que deseen acceder, y donde el 77% de los beneficiarios no institucionalizados han escogido recibir exclusivamente cuidados familiares (WHO, 2000)31. En este contexto, la potenciación de los servicios comunitarios que se está produciendo en los países desarrollados (ayudas a domicilio, estancia temporales, etc.) debe ser entendida como una forma de intentar hacer

Cuidado de Adultos Mayores más viable y efectiva la ayuda que siguen proporcionando las familias a las personas mayores (Casado y López, 2001). 3. EL ESTANDAR INTERNACIONAL: EL DERECHO AL CUIDADO EN LA EDAD AVANZADA La discusión sobre la titularidad de los derechos en la edad avanzada se inserta en un contexto más amplio de debate académico. Desde hace menos de tres décadas, en los países occidentales se está produciendo un heterogéneo movimiento filosófico que atribuye un gran valor moral y político a ciertos grupos sociales. Esta reivindicación ha ido ganando adeptos hasta reunir en la actualidad a un Cuidado de Adultos Mayores importante número de partidarios que

consideran que a esos grupos les corresponden además derechos (Rodriguez, 200232). Distintos autores desde diferentes posiciones defienden la atribución de derechos a ciertos grupos sociales. En el ámbito conceptual, esto supone que es posible hablar de los grupos como titulares de derechos colectivos, que los derechos individuales necesitan de los derechos colectivos, y que no son pensables y realizables sin ellos. Desde esta perspectiva, los derechos de grupo en la edad avanzada nacen del hecho histórico y social de las diferencias, que incide decisivamente en la manera particular de concebir Cuidado de Adultos Mayores los mismos derechos humanos (Huenchuan, 200533) En el caso de

las personas mayores, interesa resaltar que son titulares de derechos individuales, pero también son titulares de derechos de grupo, por lo tanto se requiere que junto con el reconocimiento de sus libertades esenciales, puedan disfrutar también del ejercicio de derechos sociales de manera de lograr envejecer con seguridad y dignidad, lo que exige un papel activo del Estado, la sociedad y de sí mismas (Huenchuan, Morlachetti y Vásquez, 200534). Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con otros grupos sociales, no existe todavía una Cuidado de Adultos Mayores amplia convención internacional en relación con los derechos de las personas mayores, por lo que

la 31 WHO (2000) Health Care Systems in Transition. Germany 2000. European Observatory, on Health Care Systems: 2000. 32 Rodríguez Luis (2002) «El debate sobre los derechos de grupo», Estado, Justicia, Derechos, Editorial Alianza, Madrid, España. 33 HUENCHUA Sandra (2005) Políticas de vejez en américa latina: elementos para su análisis y tendencias generales, Revista Notas de Población No.78, CELADE-División de Población de la CEPAL, Santiago de Chile, 2005. 34 HUENCHUAN Sandra, MORLACHETTI Alejandro y VASQUEZ Javier, Derechos Humanos en la Cuidado de Adultos Mayores edad avanzada. Análisis de los instrumentos de derecho internacional y de derecho interno en América Latina, Serie Población y Desarrollo

No. 59, CELADE-División de Población de la CEPAL, en prensa. garantía de sus derechos emanan de diferentes fuentes de la doctrina internacional de derechos humanos. Y la revisión del estado del arte en relación al derecho al cuidado en la edad avanzada supone el estudio de instrumentos de las Naciones Unidas así como de la Organización de Estados Americanos. 3.1. Instrumentos internacionales de derechos humanos El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales organismo encargado Cuidado de Adultos Mayores de la revisión del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966) considera que los “Estados Parte en el Pacto deben prestar atención especial a

la promoción y protección de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas de edad” (Naciones Unidas, 199935). Por esto en el año 1999, a propósito del Año Internacional de las Personas de Edad, el Comité preparó un documento de comentarios generales sobre la aplicación a las personas mayores de diversos artículos y disposiciones del Pacto. En relación al derecho al cuidado el Comité indica en relación al artículo Cuidado de Adultos Mayores 10 sobre Derechos protección a la familia del Pacto, que los gobiernos y las ONGs tienen el deber de crear servicios sociales en apoyo de la familia cuando existan personas

de edad en el hogar, y aplicar medidas especiales destinadas a las familias de bajos ingresos que deseen mantener en el hogar a las personas de edad avanzada. Y, el artículo sobre Derecho a un nivel de vida adecuado el Comité recomienda que las personas mayores deberían lograr satisfacer necesidades básicas de alimentación, ingresos, cuidados, autosuficiencia, entre otras, y mandata el desarrollo de políticas que Cuidado de Adultos Mayores favorezcan la vida en sus hogares por medio del mejoramiento y adaptación de sus viviendas. La Convención Americana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos incluye la edad como “otra condición social” objeto

de discriminación que debe ser erradicada por lo que es posible hacer extensible a las personas mayores los derechos consagrados en este instrumento. La lectura de los derechos establecidos en la Convención aplicados a las personas mayores en relación al derecho a cuidado se encuentran paradigmáticamente incluidos en el artículo 5 y el artículo 15. De acuerdo al artículo sobre Cuidado de Adultos Mayores Derecho a la integridad personal (artículo 5) toda persona (y por lo tanto toda persona mayor) debe ser tratada con humanidad y con respeto a la dignidad inherente de la persona humana. Este artículo es muy importante con relación a

las personas mayores porque se refiere a aquel derecho inherente a cualquier persona a que se respete su integridad física, psíquica y moral y a no ser sometida a tratos crueles, inhumanos o degradantes. Este 35 Naciones Unidas (1999) “Derechos humanos y personas de edad” [en línea], http://www.onu.org/ derecho se refiere también a la protección Cuidado de Adultos Mayores contra la explotación económica, sexual o de otra índole y al maltrato físico al que son expuestas con frecuencia las personas mayores. El derecho a la integridad física de las personas mayores privadas de libertad en instituciones de larga estadía o en el seno familiar

muchas veces es violado por los cuidadores cuando golpean o empujan a estas personas; las fuerzan a comer alimentos; las amarran o sujetan a las camas, son sometidas a quemaduras o al abuso sexual y son colocadas en posiciones incorrectas que afectan la discapacidad o producen heridas. Con relación a Cuidado de Adultos Mayores la integridad psíquica y moral, este derecho es irrespetado por los Estados sobre todo cuando en las instituciones arriba mencionadas el personal amenaza de abandono a estas personas o las intimida con gestos o palabras; descuida la hidratación, la nutrición o la higiene personal intencionalmente; mantiene un ambiente deplorable y

poco sanitario o abandona a la persona en la cama.36 De acuerdo al artículo 15 sobre Derecho a la Constitución y Protección de la Familia se entiende que la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y por lo tanto debe ser Cuidado de Adultos Mayores protegida por el Estado. Se establece también que toda persona, tiene derecho a constituir una familia y este derecho se ejercerá de acuerdo a la legislación interna respectiva. No obstante, las convenciones generales de derechos humanos no hacen referencia a las personas mayores en aquellas disposiciones relativas a la protección de la familia. Esto significa

que, en el caso de personas mayores, éstas carecen de una protección explícita con relación a su derecho a vivir con sus familias. En el Protocolo de San Salvador de la Organización de Estados Americanos se establecen medidas específicas dirigidas Cuidado de Adultos Mayores a las personas mayores tanto en el artículo 9 y en el artículo 17 sobre Protección a los ancianos, en el cual se indica explícitamente en relación al derecho al cuidado que “toda persona tiene derecho a la protección especial durante su ancianidad. En tal contenido, los Estados partes se comprometen a adoptar de manera progresiva las medidas necesarias a

fin de llevar este derecho a la práctica y en particular a, proporcionar instalaciones adecuadas, así como alimentación y atención médica especializada a las personas de edad avanzada que carezcan de ella y no se Cuidado de Adultos Mayores encuentren en condiciones de proporcionársela por sí mismas” (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 198837). Por último, en las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas se ha promovido que cada país defina por sí mismo una política orientada a las personas mayores, basada en 36 Huenchuan Sandra, Morlachetti Alejandro y Vásquez Javier: 2005, op.cit. 37 Comisión Interamericana de Derechos Humanos (1988), Protocolo Adicional

a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, «Protocolo de San Salvador» (San Salvador, 17 de noviembre), Organización de Estados Americanos (OEA). propiedades, Cuidado de Adultos Mayores objetivos y planes nacionales, así como programas dirigidos a la acción que resuelva los problemas y necesidades de los propios mayores y los efectos del envejecimiento en las sociedades (Asatashvili A. y Borjón I, 200338). A este nivel, el interés por las personas mayores data de 1973 y entre las resoluciones más importantes en relación con los derechos en la vejez, se encuentra la Resolución 46/91 de 1991, en que

se establecen los Principios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad en cinco temas y que en relación al cuidado consigna Cuidado de Adultos Mayores el derecho de las personas mayores a beneficiarse de los cuidados de la familia, tener acceso a servicios sanitarios y disfrutar de los derechos humanos y libertades fundamentales cuando residan en hogares o instituciones donde se les brinden cuidados y tratamiento. 3. 2. El Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento El Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento fue adoptaron en la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento realizada en abril

de 2002, y plantea como base la necesidad de reconocer la importancia crucial que tienen las familias, la interdependencia, la Cuidado de Adultos Mayores solidaridad y la reciprocidad entre las generaciones para el desarrollo social. Indica que los cambios sociales, económicos, tecnológicos, demográficos y culturales pueden marginar a las personas de edad, apartándolas de la corriente principal del desarrollo, privándolas de funciones económicas y sociales significativas y debilitando sus fuentes tradicionales de apoyo, como son aquellas que provienen de la familia. Por ejemplo, considera el problema de las personas de edad en zonas rurales que deben permanecer en estas sin contar con el apoyo

tradicional, en soledad, sin medios de transporte adecuados y teniendo que asumir nuevos roles como Cuidado de Adultos Mayores el cuidado de los nietos. Al mismo tiempo, considera que el medio urbano es menos favorable aún para mantener la red tradicional de apoyo familiar y el sistema de reciprocidad en los apoyos. Desde el punto de vista del derecho al cuidado, el Plan considera las necesidades de las personas mayores de recibir apoyos de sus familias. En tal sentido, reconoce el rol que las familias brindan, o deben brindar a las personas mayores y la importante función de las familias y de otros estamentos

sociales (voluntarios, comunidades, organizaciones de personas de edad y otras Cuidado de Adultos Mayores organizaciones de base comunitaria) para prestar apoyo y cuidados complementarios a los que proporcionan los Estados. Pero llama la atención de que en ocasiones se asume que las familias prestarán la mayor parte de la atención, llevando a los miembros de la familia encargados de atender a las personas de edad a que se vean completamente sobrecargados con esta tarea adicional a las que ya cada persona realiza dentro del hogar. Al mismo tiempo, enfatiza que las obligaciones relacionadas con la atención de la familia unido a las características de

inserción 38 ASATASHVILI A. y Cuidado de Adultos Mayores BORJÓN I. (2003) Panorama actual de los derechos humanos de las personas de edad: la situación de México frente a los compromisos de la mujer en el trabajo creen dificultades para una buena jubilación e incrementan la probabilidad de pobreza femenina en la vejez, aunado a la falta de políticas favorables para la familia en relación con la organización del trabajo. Esta mirada plantea la necesidad de considerar el apoyo que reciben las personas no sólo por su mayor vulnerabilidad sino como un derecho dado el rol importante que cumplen en la sociedad. Al reconocer

Cuidado de Adultos Mayores este rol, se hace transparente el aporte de las personas mayores y por lo tanto su derecho a recibir una recompensa por el aporte prestado, tanto en el pasado como en el presente. Por ello, la estrategia central que plantea considera la necesidad de apoyar a las familias para que den un mayor apoyo a sus familiares, reconociendo el potencial de las personas de edad pero aceptando que los servicios prestados por las familias y las comunidades no pueden reemplazar a un sistema de apoyo formal39. 4. La aplicación doméstica: la traducción del derecho al Cuidado de Adultos Mayores cuidado en el marco legal

de algunos países de América Latina y el Caribe El vínculo entre legislaciones, políticas y derechos de las personas mayores se origina en que las leyes pueden ser instrumentos que promocionen y protejan los derechos básicos y libertades fundamentales de las personas mayores – en especial aquellas con enfermedades o discapacidades – o sencillamente pueden ser instrumentos que obstaculizan el ejercicio de los mismos. Muchas veces estos instrumentos impiden el ejercicio de su derecho a la libertad, a la privacidad, debido proceso, a votar, a asociarse con otros, a moverse Cuidado de Adultos Mayores dentro de un territorio, a obtener una vivienda, a educarse,

etc. De este modo las leyes y las políticas pueden afectar positiva o negativamente el ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas mayores y en especial de aquellas que viven con enfermedades crónicas o discapacidades. Consecuentemente, tal como fue indicado por CEPAL en la Conferencia Regional sobre Envejecimiento (2003), es importante incorporar en dichas políticas, legislaciones, planes o prácticas la normativa internacional existente en materia de derechos humanos en especial aquellos estándares internacionales y regionales que protegen los derechos humanos Cuidado de Adultos Mayores de las personas mayores debido a su condición de especial vulnerabilidad. 4.1. Marco Jurídico-Constitucional 39

En esta misma línea se sitúan las recomendaciones acordadas por los países en la Conferencia regional intergubernamental sobre envejecimiento: hacia una estrategia regional de implementación para América Latina y el Caribe del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, realizada en Santiago de Chile, 19 al 21 de noviembre de 2003 Las Constituciones son el pilar fundamental de las democracias. Tienen fuerza normativa en toda su integridad y son el fundamento del orden jurídico de un Estado, vértice Cuidado de Adultos Mayores obligatorio e imperativo de todo el ordenamiento jurídico y político; y vinculan y obligan tanto a los órganos del Estado,

como a los particulares, en la relación del Estado con los particulares, y en las relaciones de los particulares entre si (Morlachetti, 199940). En 19 de los 21 países estudiados en el trabajo de Huenchuan, Morlachetti y Vasquez (2005) se establecen derechos específicos de las personas mayores, y en general se concentran en el derecho al cuidado (13 países) y a la garantía de algunos derechos básicos, como la seguridad social (12 países). En un Cuidado de Adultos Mayores menor número se reconoce el derecho a la dignidad (6), el trabajo (5), la participación (2) y en tres países se instaura el voto facultativo

en el marco de los derechos políticos garantizados a nivel constitucional. El derecho al cuidado tiene diferentes expresiones en los países en estudio. En algunos se establece como una garantía particular (Colombia, Cuba, Ecuador, Honduras, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela), en otros países forman parte de la protección hacia otros grupos vulnerables o frágiles, como son los niños o las mujeres, o bien se incluye el cuidado de Cuidado de Adultos Mayores las personas mayores en el contexto más amplio de la protección de la familia. 4.2. Leyes de protección de las personas mayores En la región, algunos países han promulgado leyes

de protección de las personas mayores; por ejemplo Brasil (Ley 8.842 de 1994) Costa Rica (Ley 7.935 de 1999) México (Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, 2002) Paraguay (Ley Nº 1.885 de 2002), República Dominicana (Ley 352-98 sobre Protección de la persona envejeciente, 1998) y El Salvador (Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor, Decreto 717 de 2002). En Panamá Cuidado de Adultos Mayores un proyecto de ley de naturaleza similar está en elaboración. En ninguna de estas leyes se garantizar explicitamente el derecho al cuidado, no obstante de la amplitud de temas que trata es posible deducir los

niveles de protección familiar y social que se espera que una sociedad otorgue a las personas mayores. Respecto de los derechos garantizados a nivel constitucional, en las leyes especiales se observa un considerable progreso. Una innovación interesante en relación a este tema la ha introducido Brasil, con la ley 10.471 “Estatuto de las personas mayores y de otros beneficios” aprobada Cuidado de Adultos Mayores en 40 Morlachetti A (1999) Situación Actual: Obligaciones De Latinoamérica y El Caribe ante El Derecho Internacional De Adolescentes y Jóvenes con Revisión de los Documentos Actuales. OPS.WHO, Washington. septiembre de 2003 y sancionada por el Presidente de la República

el 1 de octubre del mismo año. Esta ley es más incluyente que la ley 8.842 de 1994 — a la cual, el Estatuto considera como parte uno de los instrumentos jurídicos para su cumplimiento—. Una de las diferencias más importantes entre una ley y otra, es que si bien la Ley 8.842 el Estado Cuidado de Adultos Mayores brasileño otorgaba ciertas garantías a las personas mayores, éstas son ampliadas en el Estatuto, el cual además incorpora severas penas para quienes infringen los derechos de las personas de edad avanzada, incluso para el mismo Estado. El derecho al cuidado está expresado en el estatuto

a través del derecho a la vida, al respeto, a la dignidad, a la salud, a la asistencia social y a la habitación (veáse cuadro 4) CUADRO 4 DERECHOS DE LAS PERSONAS MAYORES ESTABLECIDOS EN EL ESTATUTO DE LAS PERSONAS MAYORES Y OTROS BENEFICOS41 Derecho Definición Derecho a la vida Cuidado de Adultos Mayores El envejecimiento es un derecho personalísimo y su protección es un derecho social. Es obligación del Estado garantizar a la personas mayor la protección de su vida y su salud, mediante la implementación de políticas sociales públicas que permitan un envejecimiento saludable y en condiciones de dignidad Derecho al respeto

Inviolabilidad de la integridad física, psíquica y moral, preservación de la imagen, la identidad, la autonomía, los valores, ideas, creencias, espacios y posesiones. Derechos a la Dignidad Las personas mayores deben estar a salvo de cualquier tratamiento violento, atemorizante, vejatorio o trasgresor. Derecho a la Cuidado de Adultos Mayores salud Se asegura la atención integral de las personas mayores por intermedio del Sistema Único de Salud. Se garantiza el acceso universal e igualitario, coordinando un conjunto de acciones y servicios para la prevención, promoción, protección y recuperación de la salud, incluyendo la atención especial de las dolencias que afectan especialmente a las personas mayores.

Derecho a la asistencia social La asistencia social de las personas mayores será prestada de forma articulada conforme a los principios y directrices de la ley orgánica de asistencia social, la política nacional de la persona mayor y el sistema Cuidado de Adultos Mayores y único de salud de acuerdo a las normas pertinentes Derecho a la habitación La persona mayor tendrá derecho a una morada digna, en el seno de la familia natural o sustituta, a ser acompañado de sus familias, cuando asi lo deseen, o en una institución publica o privada. Fuente: Huenchuan Sandra, Morlachetti Alejandro y Vasquez Javier (2005) 4. Comentarios

Finales En este trabajo hemos analizado los efectos del envejecimiento poblacional en los sistemas de cuidado. En primer lugar indicamos que el envejecimiento de la población en América Latina y el Caribe es un fenómeno Cuidado de Adultos Mayores sin precedentes que se caracteriza por su rapidez en un contexto de precariedad económica y ausencia de servicios sociales fuertes que aseguren calidad de vida durante todo el ciclo de vida y durante la vejez. Esta situación influye en las características de salud, económicas y educacionales de la actual generación de personas mayores y, de no mediar cambios sustantivos, en las características de las próximas

generaciones que irán llegando a la 41 En lo referido al derecho de alimentos, el Estatuto remite a la ley civil edad avanzada. A esto se suma que en el Cuidado de Adultos Mayores futuro se prevé un incremento de la población mayor de ochenta años y ello tiene consecuencias específicas en la capacidad de la sociedad para prestar ayuda a un segmento poblacional que debido a razones de orden fisiológico y biológico demandarán mayor inversión (de tiempo, emocional y económica) en cuidados. Tres actores son los actores que intervienen en la oferta de cuidados que se les brinda a las personas mayores, la

familia, el Estado y el mercado. La familia es el actor por antonomasia que en general siempre ha brindado cuidado a sus miembros y quiénes Cuidado de Adultos Mayores por excelencia han asumido esta tarea son las mujeres. En un principio mujeres de edad mediana y cada vez con mayor frecuencia mujeres de más avanzada edad. Los cambios derivados del contexto referido al ingreso de la mujer al mercado del trabajo fuera del hogar conduce a pensar que en el futuro la capacidad de cuidado por parte de las familias tenderá a disminuir o bien se producirá una situación compleja en la cual, las

mujeres siguen asumiendo las funciones de cuidado y a la vez se desenvuelven económicamente en el mundo extradoméstico. El papel Cuidado de Adultos Mayores del Estado y el mercado es menos antiguo que el de la familia, pero no por ello deja de ser trascendental. E los países desarrollados el Estado ha intervenido en la oferta de cuidados para las personas mayores desde el advenimiento del Estado de Bienestar y el mercado está ganando fuerza en la medida que existe un segmento de la población adulta mayor que puede pagar por los servicios que se les prestan. En la región, la situación es diferente.

El papel que pueda cumplir el Estado en la oferta de cuidado en la vejez Cuidado de Adultos Mayores se realiza en paralelo con la inversión en otros grupos poblacionales y – al existir una oferta segmentada de servicios sociales – se considera que las necesidades de las personas mayores compiten por los recursos que deberían estar destinados a los niños. El mercado, por su parte, tiene en las personas mayores un segmento de mercado con grandes posibilidades en la medida que puede ofrecer servicios a un sector de la población adulta mayor que tiene capacidad de pago. Falta aun por estudiar la oferta

sin fines de lucro que las organizaciones de voluntarios, iglesia Cuidado de Adultos Mayores y sociedad civil en general ofrece a las personas mayores. Confiamos en que la tradición familística de muchos países de la región perdure y la práctica del cuidado siga siendo parte de las relaciones de afecto que existen al interior de la familia, pero es importante recordar que esta opción puede constituirse en una carga emocional y económica para aquellas familias de bajos ingresos que necesitan apoyo para continuar atendiendo a sus mayores. El Estado no debe descansar sólo en la familia. Es importante que los gobiernos consideren seriamente la

forma como actuar y prever Cuidado de Adultos Mayores intervenciones exitosas a futuro. La inversión en las personas mayores no constituye un fondo perdido y menos aun son una simple donación unilateral. FACTORES ASOCIADOS AL NIVEL DE SOBRECARGA DE LOS CUIDADORES INFORMALES DE ADULTOS MAYORES DEPENDIENTES, EN CONTROL EN EL CONSULTORIO “JOSÉ DURÁN TRUJILLO”, SAN CARLOS, CHILE RESUMEN Junto al envejecimiento poblacional surge el incremento de personas dependientes que necesitan de un cuidador. Éste, enfrentado a múltiples demandas de atención, genera el síndrome denominado Sobrecarga del Cuidador. La presente investigación tuvo por objetivo determinar el nivel de sobrecarga del cuidador informal y relacionarla con

Cuidado de Adultos Mayores características del cuidador y del adulto mayor. Es un estudio analítico de corte transversal, cuya muestra estuvo compuesta por 80 cuidadores informales de adultos mayores dependientes, controlados en el Consultorio José Durán Trujillo, San Carlos, Chile. Los datos se obtuvieron de la aplicación de la Escala de sobrecarga de Zarit (Lanz et al.,1996) y de una encuesta de caracterización sociodemográfica. La información fue procesada en el programa EPIINFO 2000, se usó estadística descriptiva, prueba ?2 y Coeficiente Gamma. Los resultados relacionados con los cuidadores mostraron que 79% eran mujeres, 56% tenían entre 20 y 50 Cuidado de Adultos Mayores años, 49% presentaba escolaridad básica,

55% tenía pareja y 75% hijos. El 85% realizaba cuidados día y noche, 90% percibió su estado de salud buena o regular, 20% tiene sobrecarga leve y 38% sobrecarga intensa. Respecto a los adultos mayores, 62% eran mujeres, 82% tenían entre 70 y 84 años, 54% sin escolaridad y 44% escolaridad básica, 87% controlaba esfínteres, 24% presentaba patologías cardiovasculares. Resultó significativa la relación entre sobrecarga y presencia de hijos y entre sobrecarga y existencia de otra actividad laboral del cuidador. Se concluye que tener hijos y desarrollar otra actividad laboral Cuidado de Adultos Mayores influyen negativamente en el nivel de sobrecarga del cuidador informal.

Palabras clave: Adulto mayor, sobrecarga, cuidador informal. I. INTRODUCCIÓN A nivel mundial, el envejecimiento de la población está adquiriendo cada vez mayor importancia. Se pronostica que para el año 2025, más de la mitad de los países latinoamericanos tendrán al menos un 10% de población anciana, con las consecuentes implicancias políticas, económicas y sociales debido a las múltiples necesidades que este grupo demanda (Instituto Nacional de Estadísticas, 2005). El envejecimiento poblacional es una de las más importantes expresiones de la transición demográfica. Se produce cuando Cuidado de Adultos Mayores bajan fuertemente las tasas de natalidad y se reduce la proporción de niños y jóvenes

en la población, lo que tiene como complemento necesario un gradual incremento del peso relativo de los adultos mayores. Este es un fenómeno global, que en América Latina y el Caribe, igual que en Chile, comienza a partir del final de siglo recién pasado (Albala et al., 2002). En Chile este proceso de envejecimiento poblacional es más rápido de lo esperado. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 1992 el 9,8% de la población correspondía a Cuidado de Adultos Mayores individuos mayores de 60 años, aumentando este porcentaje, en el año 2002, a un 11,4%. Según las proyecciones entregadas por

el INE para el año 2050, se prevé que existirán 170 adultos mayores por cada cien niños de menos de 14 años (INE, 2005). Los cambios propios del envejecimiento asociados a estilos de vida insanos y generalmente malas condiciones socioeconómicas, llevan al anciano a una situación de mayor vulnerabilidad de su salud funcional, llegando a producirse pérdida de autonomía en diferentes grados, situación en la cual el adulto mayor depende de otra persona para efectuar Cuidado de Adultos Mayores las actividades de la vida diaria (Ministerio de Salud, 2003). Surge de esta manera la figura del cuidador informal, quien asume el rol de colaborar

en el cumplimiento de las actividades de la vida diaria que el anciano no es capaz de desarrollar por sí mismo. Esta actividad de cuidar es asumida, generalmente, por familiares u otras personas con multiplicidad de roles y sin preparación en el tema, lo que los expone a sufrir un conjunto de signos y síntomas denominados Sobrecarga (Montorio et al., 1998). Múltiples estudios indican que para los ancianos, vivir en Cuidado de Adultos Mayores su propia casa es uno de los valores más significativos, por lo que ellos quieren ser atendidos en su domicilio y dan a la familia un papel central en ese

cuidado. Generalmente es la esposa, las hijas o las 71 nueras quienes adoptan el papel de cuidadoras, centrando su actividad cotidiana en atender al adulto mayor, lo que implica, en muchos casos, renunciar a sus relaciones sociales, reducir sus horas de descanso e incluso llegar a tener sentimientos de culpa al realizar actividades propias no relacionadas con el cuidado del otro (Revista Consumer, 2001). Muñoz Cuidado de Adultos Mayores et al. (2004), en su estudio realizado en la ciudad de Chillán, observaron que el 72% de los cuidadores informales presentaba algún grado de sobrecarga y un 48% tenía sobrecarga intensa. Concluyeron, además, que la

existencia de parentesco, condición de pareja, presencia de patología no transmisible, síntomas de ansiedad y/ o depresión incrementan notablemente el nivel de sobrecarga del cuidador. Basado en lo expuesto anteriormente y existiendo tanto a nivel nacional como internacional escasas investigaciones orientadas al ámbito de la sobrecarga, el propósito del presente estudio fue determinar los factores asociados al nivel de sobrecarga Cuidado de Adultos Mayores de los cuidadores informales de adultos mayores dependientes, en control en el Consultorio José Durán Trujillo de la ciudad de San Carlos, Chile, durante el año 2006. II. MATERIAL Y MÉTODOS 1. Diseño del estudio: corresponde a un estudio descriptivo,

analítico, de corte transversal, realizado entre marzo y diciembre del año 2006. 2. Universo: estuvo constituido por 222 cuidadores informales de adultos mayores dependientes, controlados en el consultorio José Durán Trujillo de San Carlos. 3. Muestra: se consideró un muestreo aleatorio simple, obteniendo un tamaño muestral de 80 cuidadores, informales de adultos mayores dependientes (clasificados Cuidado de Adultos Mayores según la aplicación del instrumento de Evaluación Funcional del Adulto Mayor (EFAM), realizado previamente en el establecimiento mencionado). Esta muestra correspondió al 36% del universo, lo que indica que se trabajó con un error de estimación correspondiente al 7%, para un nivel de confianza del

95%. 4. Criterios de inclusión: a. Adulto mayor del área urbana inscrito en el Consultorio José Durán Trujillo de la ciudad de San Carlos, Chile. b. Adulto mayor con clasificación de dependencia luego de la aplicación del EFAM. 5. Criterios de exclusión: a. Adulto mayor que viva solo. b. Adulto Cuidado de Adultos Mayores mayor institucionalizado. 6. Unidad de análisis: correspondió al cuidador informal de adulto mayor dependiente, residente en el área urbana, bajo control en el consultorio José Durán Trujillo de San Carlos, Chile. 7. Variables: Variable dependiente: Nivel de sobrecarga. Variables independientes: a) Características sociodemográficas del cuidador. –Edad. –Género. –Escolaridad. –Existencia de

pareja. –Existencia de hijos. –Ingreso económico. –Percepción en relación a ingreso económico. –Parentesco con el adulto mayor. –Realización de actividades recreativas. –Realización de actividades laborales. Factores asociados al nivel de sobrecarga de los cuidadores informales de adultos… / E. ESPINOZA L. ET AL. 72 Theoria, Cuidado de Adultos Mayores Vol. 18 (1): 2009 –Antigüedad en el cuidado del adulto mayor. –Colaboración en el cuidado. –Jornada de trabajo como cuidador. –Estado de salud. –Percepción de su estado de salud. b) Características sociodemográficas del adulto mayor: –Edad. –Escolaridad. –Género. –Postración. –Control de esfínteres. –Abuso de alcohol. –Percepción del estado de salud. –Presencia de la patología. 8.

Recolección de datos: los datos se obtuvieron en el domicilio del adulto mayor, mediante la aplicación de un instrumento de recolección de antecedentes sociodemográficos y de salud, tanto del adulto mayor como de su cuidador, previa realización de prueba piloto Cuidado de Adultos Mayores con el propósito de determinar el grado de comprensión del instrumento en una población de similares características. Con el fin de evaluar el grado de sobrecarga del cuidador informal, se utilizó la Escala de Evaluación de Sobrecarga de Zarit. 9. Descripción de los Instrumentos de recolección de datos: Escala de Evaluación de Sobrecarga de Zarit y Zarit (Lanz et al.,

1996): Instrumento que tiene por objetivo valorar la vivencia subjetiva de sobrecarga sentida por el cuidador, en distintas áreas de su vida (física, síquica, social y económica). Esta escala fue adaptada al español y validada Cuidado de Adultos Mayores por Martín y Cols. en 1996, arrojando buenos valores de fiabilidad y consistencia interna. Consta de 22 ítemes, puntuándose en un gradiente de frecuencia que va desde 1 (no presentado) a 5 (casi siempre), y los puntos de corte son: –22 a 46 puntos: sin sobrecarga –47 a 55 puntos : sobrecarga leve –56 a 110 puntos: sobrecarga intensa. Cuestionario de antecedentes sociodemográficos y de

salud: instrumento de recolección de datos elaborado por las autoras, consta de preguntas cerradas, 8 dirigidas al adulto mayor y 11 al cuidador informal. Este instrumento se basó en el Cuidado de Adultos Mayores análisis de literatura concerniente a características de este grupo etario, siendo presentado a la consulta de expertos en el tema, quienes facilitaron sus sugerencias. 10. Análisis estadístico: se elaboró una base de datos obtenida de la aplicación de los instrumentos previamente descritos, utilizando para su procesamiento el programa estadístico EPI-INFO 2000. En el análisis estadístico se contemplaron métodos descriptivos univariados: distribuciones de frecuencias absolutas y relativas (%); y bivariados para

la aplicación de la prueba ?2 y el cálculo del coeficiente gamma para determinar relación entre las variables. III. RESULTADOS Los adultos mayores que participaron Cuidado de Adultos Mayores en el presente estudio correspondieron principalmente a mujeres (62%); el 57% tenía entre 70 y 79 años y un 37% más de 80. Respecto de la escolaridad, el 54% no tenía estudios formales y el 44% había cursado sólo la educación básica. Desde el punto de vista de salud, el 11% de los adultos mayores se encontraban en situación de postración, el 13% no controlaba esfínteres, el 3% abusaba del alcohol, el 10% percibía su

salud como mala y el 45% como regular. En relación con la presencia de enfermedades, el 24% presentaba problemas cardiovasculares, Cuidado de Adultos Mayores y un 19% 73 otras patologías como problemas pulmonares y visuales, entre otros. Los resultados relacionados con los cuidadores informales muestran que en su mayoría corresponde a mujeres con un 79%, un 56% tenía entre 20 y 50 años, el 49% tenía escolaridad básica y el 34% escolaridad media; además, el 55% tenía pareja y el 75% hijos. El 62% percibía ingresos económicos por otra actividad laboral desarrollada y el 74% consideraba que sus ingresos no le alcanzaban para satisfacer

todas sus necesidades. El 78% de los cuidadores informales tenía algún parentesco con el adulto Cuidado de Adultos Mayores mayor que cuidaban, de los cuales el 52% son hijos, el 8% nueras y el 18% otros familiares. Más de las tres cuartas partes (77%) de estos cuidadores afirmó no realizar actividades recreativas. El 76% confirmó que llevaba entre 5 años y más al cuidado de ese adulto mayor. Más de la mitad afirma haber recibido algún tipo de colaboración en el cuidado y el 85% afirmó realizar la actividad de cuidado durante el día y la noche. El 90% de los cuidadores percibe su

estado de salud entre bueno y regular. Respecto a la Cuidado de Adultos Mayores sobrecarga del cuidador informal de adulto mayor dependiente, el 20% de éstos se encuentra levemente sobrecargado y un 38% con una sobrecarga intensa. El análisis relacional de las características del adulto mayor dependiente, escolaridad, sexo, postración, control de esfínteres y abuso de alcohol, no mostró relación significativa con la sobrecarga del cuidador informal. Acerca de la relación entre la sobrecarga del cuidador informal de adultos mayores dependientes y sus propias características, se encontró una relación significativa entre la sobrecarga del cuidador y la presencia de hijos (p < 0.01) (Figura

1), observándose lo mismo entre Cuidado de Adultos Mayores la realización de otra actividad laboral y la sobrecarga (p < 0.05) Las variables estudiadas del perfil del cuidador que no mostraron una relación significativa fueron: edad, sexo, escolaridad, existencia de pareja, ingresos económicos, percepción de situación económica, parentesco con el adulto mayor, realización de actividades recreativas, antigüedad al cuidado del adulto mayor, colaboración recibida en el cuidado, jornada de trabajo al cuidado del adulto mayor, estado de salud y percepción de su propia salud. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES El envejecimiento saludable implica disfrutar de la vejez en condiciones económicas y personales seguras, participando activamente en

Cuidado de Adultos Mayores la vida familiar y social y con una buena percepción de la salud. Sin embargo, existen evidencias que muestran que un porcentaje de la población anciana necesita de un cuidador ya sea formal o informal (familiar). La presente investigación se centró en el cuidador familiar o informal cuya relación de cuidado está regida por el afecto y solidaridad, en la mayoría de los casos. A pesar de la creencia común que el anciano, en la sociedad contemporánea, ha sido abandonado por su familia, las investigaciones en todo el mundo indican lo contrario. La familia sigue Cuidado de Adultos Mayores siendo la principal fuente de

sostén para los adultos de edad avanzada, y no sólo la principal fuente de apoyo, sino también la preferida por los ancianos y a la que acuden, generalmente, en primera instancia (Anzola et al., 1994). La familia del anciano, particularmente los hijos y cónyuges, proveen asistencia tanto en ocasiones del diario vivir como en momentos de crisis; ésta brinda apoyo de tipo afectivo, social, funcional, económico o material. Esta asistencia toma formas tales como la ayuda en tareas domésticas, aseo, compañía, transporte o el acompañamiento a diversos lugares, suministro de Cuidado de Adultos Mayores información y provisión de medicamentos. El tipo y la cantidad

de ayuda recibida de los hijos está asociada a factores como los lazos afectivos, la proximidad residencial, el estado civil, el sexo, la salud, las necesidades del anciano, el ingreso económico de sus hijos, y el sexo de los mismos (Sánchez, 2000). Martínezet al. (2000), en su estudio “Sobrecarga de los cuidadores familiares de pacientes con esquizofrenia: factores determinantes”, reveló que la percepción de sobrecarga corresponde al factor más importante que influye en la calidad de atención que otorga un cuidador, independiente de las características Cuidado de Adultos Mayores de la persona que es atendida. Por otra parte, Lara et al.(2001), en Cuba, realizaron

una investigación descriptivaprospectiva entre los años 1998-1999 denoFactores asociados al nivel de sobrecarga de los cuidadores informales de adultos… / E. ESPINOZA L. ET AL. 78 Theoria, Vol. 18 (1): 2009 minada “Síndrome del Cuidador en una población atendida por equipo multidisciplinario de atención geriátrica”. Estos autores plantearon la importancia de la pesquisa precoz de los síntomas de sobrecarga que llevan al denominado Síndrome del Cuidador y la relevancia de conocer los factores que predisponen a padecer este mal, que Cuidado de Adultos Mayores convierte al cuidador en un paciente silencioso, afectando la calidad de los cuidados otorgados al anciano. Al término de este

estudio se puede concluir que las variables existencia de hijos y realización de una actividad laboral, además del cuidado, influyen en la presencia de sobrecarga en los cuidadores informales de adultos mayores dependientes. Al contrastar los resultados de la presente investigación con otros estudios, se pudo observar que, al igual que en el estudio de Montorio et al. (1998), en la presente investigación se encontró que la actividad de cuidar es asumida generalmente por hijos, Cuidado de Adultos Mayores nueras u otros familiares con multiplicidad de roles y sin preparación en el tema, lo que los expone a sufrir diferentes niveles de sobrecarga. El

estudio realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas de España, denominado “Descripción de cuidadores de adultos mayores” (1995), reveló que los cuidadores y los ancianos dependientes corresponden en su mayoría al sexo femenino, siendo los cuidadores principales el cónyuge o hijo que no trabaja. Planteó además la necesidad de la creación de asociaciones de apoyo para cuidadores con consejería profesional de enfermería. Por otra parte, Muñoz et al., (2004), en Cuidado de Adultos Mayores el estudio “Factores que influyen en el nivel de sobrecarga de los cuidadores informales de adultos mayores dependientes, adscritos al Consultorio Violeta Parra de Chillán”, observaron mayores niveles de sobrecarga,

ya que el 72% de los cuidadores informales presentaba sobrecarga (48% intensa), mientras que en la presente investigación, se encontró un 58% de sobrecarga (38% intensa). En un estudio similar, realizado por Méndez y Moraga, (2005) con cuidadores informales de Collipulli, se determinó que un 70,49% de los cuidadores presentaba algún nivel de sobrecarga y alrededor del 50% de ellos tenía sobrecarga intensa, situación similar Cuidado de Adultos Mayores a la encontrada por Muñoz et al. (2004). REFERENCIAS ALBALA C, BUNOUT D, GARCÍA C, (2002) Apuntes 2º Diplomado en Geriatría y Gerontología. INTA Universidad de Chile, pp. 15-25. ANZOLA E, GALINSKY D, MORALES F,

SALAS A, SÁNCHEZ M ed(s) (1994) La atención de los ancianos: un desafío para los años 90, Washington, D.C., Organización Panamericana de la Salud Publicación Científica 546: pp. 360-368. CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLÓGICAS (CIS), (1995), Encuesta a personas cuidadoras. Instituto Nacional de Servicios Sociales. Cuidados en la vejez. El apoyo informal. Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS, Cuidado de Adultos Mayores (2005), www.ine.cl LANZ, P; MARTÍN M; MIJI L; NADAL S; RICO J, MARÍA; SALVADÓ I; TAUSSIG M (1996) Adaptación para nuestro medio de la escala de sobrecarga del cuidador de Zarit, Revista Gerontológica 6: 338-346. LARA L, DÍAZ M, HERRERA

E, SILVEIRA P, (2001), “Síndrome del cuidador en una población atendida por equipo multidisciplinario de atención geriátrica. Revista Cubana de Enfermería” 17: 107-111 [en línea] Disponible en Internet <http://www. infomed.sld.cu/revistas/enf/vol17_2_01/ enf07201.htm> MARTÍNEZ A, NADAL S, BEPERET M, MENDIÓROZ P (2000) Sobrecarga de los 79 cuidadores familiares de pacientes con esquizofrenia: factores determinantes. Revista Anales 23: Cuidado de Adultos Mayores 101-110 [En línea]. Disponible en Internet <http://www.cfnavarra.es/salud/ anales/textos/vol23/suple1/suple10a.html MÉNDEZ V, MORAGA P, (2005) Factores que influyen en la sobrecarga de cuidadores informales de adultos mayores dependientes controlados en el consultorio adosado al hospital de Collipulli”, Trabajo Final para optar al Título de Diplomado en Geriatría,

Nutrición y Epidemiología del Envejecimiento de la Universidad de Chile, pp. 32-33. MINISTERIO DE SALUD (2003), Manual EFAM. Chile. MONTORIO I, IZAL M, LÓPEZ A y SÁNCHEZ M, (1998) La Entrevista de Carga del Cuidador. Utilidad y validez del concepto de carga. Revista Anales 14: 229-249 [En línea]. Disponible en Cuidado de Adultos Mayores Internet. < http:// www.um.es/analesps/v14/v14_2/mv08v14- 2.pdf MUÑOZ C, NOVOA D, ORTIZ T, RETAMAL C, (2004), Factores que influyen en el nivel de sobrecarga de los cuidadores informales de adultos mayores dependientes, adscritos al consultorio Violeta Parra de Chilla , Tesis para optar al grado de licenciado en Enfermería Escuela de Enfermería

Universidad del Bío Bío Chillán Chile, pp 52-54 REVISTA CONSUMER, (2001) La labor de los cuidadores, poco valorada. [En línea]. Disponible en Internet < http://revista. consumer.es/web/es/20010201/actualidad/ informe1/28158.jsp SÁNCHEZ C “ed” (2000), Gerontología social, Buenos Aires: Editorial Espacio pp 24-25, 166-187. La definición de envejecimiento poblacional Cuidado de Adultos Mayores establece como tal, el aumento de la proporción de personas de edad avanzada en relación con el resto de la población, sin embargo, se ha considerado la importancia de definirla también como la inversión de la pirámide de edades, debido a que el fenómeno, no es solamente un aumento de la proporción de adultos mayores,

personas de 60 años o más,1 es también una disminución de la proporción de niños y jóvenes menores de 15 años. Este último es el elemento clave que caracteriza al envejecimiento poblacional.2,3 Las edades avanzadas de la vida están llenas Cuidado de Adultos Mayores de riquezas propias, que todos los seres humanos pueden disfrutar, es una etapa en que hay capacidades a fortalecerse y otras por desarrollarse; en ese sentido, uno de los mayores esfuerzos debe estar encaminado a la adquisición de conductas individuales que haga a estas personas más saludables e independientes, por ejemplo, mediante el proceso educativo los ancianos pueden incorporar a

su vida diaria conductas de salud física, social, mental y espiritual que favorezcan su estado de bienestar.4 En sentido contrario, está el hecho de necesitar cuidados, conjunto de actividades humanas, físicas, mentales y emocionales dirigidas Cuidado de Adultos Mayores a mantener la salud y el bienestar de individuos o comunidad. Comprende, entre otras, mantener una alimentación adecuada, hábitos de higiene corporal y del hogar, evitación de posibles peligros o accidentes, sin olvidar la atención emocional y afectiva, las relaciones sociales y el entretenimiento.5 Las condiciones físicas y mentales diferencian los cuidados a realizar en los adultos mayores, no es lo mismo que el anciano

que se cuida deambule y conserve aunque sea el mínimo de independencia para las actividades básicas de la vida diaria, a que esté en estado de postración, en el cual Cuidado de Adultos Mayores hay que ejecutarles toda la asistencia, cuya diversidad estará mediada por el estado físico y puede ir en incremento, como por ejemplo, alimentación por levine, incontinencia de esfínter vesical y anal, escaras, rigidez, flacidez u otros. Las condiciones mentales también median los cuidados, la demencia puede ser un gran problema geriátrico que exige de los cuidadores un nivel superior de actuación y comprensión, y es necesario saber que esta enfermedad

puede ir también en aumento y crear las más disímiles reacciones en los familiares6,7 que pueden no comprender lo que sucede, que su familiar ya Cuidado de Adultos Mayores no es el mismo ni tiene un comportamiento remotamente adecuado dentro del ámbito familiar y social. La necesaria incorporación social de los miembros más jóvenes de las familias, favorece que en aquellas con miembros envejecidos con necesidad de cuidados, estos sean asumidos en muchos casos por otros miembros adultos mayores o también, de diversos parentesco como esposa o esposa, hermanos e incluso hijos que rebasan la barrera cronológica de los 60 años, pero en condiciones

diferentes de salud. En Cuba, a pesar del predominio de familias extensa y ampliadas, existen otras en que los mayores Cuidado de Adultos Mayores viven solos, alejados de hijos y nietos, que necesitan cuidados de forma intermitente y estos recaen igualmente en adultos mayores de esa familia nuclear. Revista Cubana de Salud Pública. 2012; 38(1) 168-173 http://scielo.sld.cu 170 Algunas de las condiciones que complican los cuidados de ancianos por ancianos, se relacionan a continuación: – Cambios propios del envejecimiento en ambos. – Enfermedades asociadas. – Deterioro cognitivo. – Limitaciones crecientes para las actividades instrumentadas y básicas de la vida diaria. – Dificultades para el

manejo de la prescripción médica. – Necesidad del uso de ayudas técnicas. – Carencia de Cuidado de Adultos Mayores camas fowler, colchones antiescaras y sillas de ruedas acordes a la edad y que faciliten los cuidados. – Viviendas con barreras arquitectónicas. – Dificultades para la compra y elaboración de los alimentos. – Vestidos y calzados no adecuados para la edad. – Dificultades para el traslado a unidades asistenciales por carencia de trasporte sanitario u otro adeAlgunas de las condiciones que complican los cuidados de ancianos por ancianos, se relacionan a continuación: – Cambios propios del envejecimiento en ambos. – Enfermedades asociadas. – Deterioro cognitivo.

– Limitaciones crecientes para las actividades instrumentadas y básicas de Cuidado de Adultos Mayores la vida diaria. – Dificultades para el manejo de la prescripción médica. – Necesidad del uso de ayudas técnicas. – Carencia de camas fowler, colchones antiescaras y sillas de ruedas acordes a la edad y que faciliten los cuidados. – Viviendas con barreras arquitectónicas. – Dificultades para la compra y elaboración de los alimentos. – Vestidos y calzados no adecuados para la edad. – Dificultades para el traslado a unidades asistenciales por carencia de trasporte sanitario u otro adecuado a las condiciones del paciente. – Limitaciones económicas. – Estereotipos distorsionados

en vecinos y comunidad hacia Cuidado de Adultos Mayores los mayores. – Las opciones de funcionamiento diurno no cubren todas las necesidades y su variabilidad es aún limitada. El desempeño de un adulto mayor en funciones de cuidador5 exige de este una entrega para la cual sus capacidades también están envejecidas, y están presentes en él enfermedades o limitaciones que tienden a incrementarse al ofrecer cuidados, y hacen que se sumen a la ya existente sobrecarga del cuidador.8 La carga sanitaria en estos casos es mayor porque las orientaciones médicas deben brindarse con absoluta claridad y verificarse con frecuencia, las visitas del Equipo Básico

Cuidado de Adultos Mayores de Salud (EBS) y de Equipo Multidisciplinario de Atención Gerontológica (EMAG) deben hacerse más asiduas, las intervenciones de salud en este medio pueden demandar material de curación, procesos de atención de enfermería, ayudas técnicas, entre otras, dentro de la propia vivienda. El ingreso en el hogar puede ser en estos casos una de las actividades específicas de la medicina general integral a explotar para beneficio del paciente, del cuidador, de la familia y del sistema sanitario. sanitario.

Nuestros Servicios

Otras Empresas que te Pueden Ayudar

ortopedia rosario

Ortopedia Rosario

Cuidado de Adultos Mayores

Contratá Servicio Cama Adentro

Abrir chat
¡Hola! Soy Nadia. ¿Me contás tu caso?